Pero qué cojones tienen los Krankos

Amigos, los que me seguís en este blog cada semana (pocos) del que me adueñado sin comerlo ni beberlo, y casi sin quererlo, sabéis que dejo las crónicas como pronto para el domingo postpartido. Esta vez no va a ser así. Y la razón es que estoy muy satisfecho, exhausto y orgulloso de mis compañeros. De los que han ido hoy a jugar y "morir" en el campo.
Como mi intención es que os peguéis a esta lectura, y que haya suspense hasta el final (no sé si lo logro), voy a comenzar por lo que tenía que deciros antes de jugar incluso. Espero que nadie se enfade, porque no es mi intención. Si molesto a alguien, le pido disculpas por adelantado. Chicos, todos tenemos razones para no ir a jugar los sábados. A todos nos salen planes para el finde, o cosas que hacer. Por supuesto, nadie puede ir al 100% de los partidos. Es imposible. Pero no podemos ir a jugar un partido importante cinco jugadores, contando con doce en el equipo. El que no pueda por norma jugar, debía haberlo pensado antes, que esto no es obligatorio. Había gente maristera que quería entrar en los Krankos, y se lo denegamos porque ya eramos muchos y no podíamos inscribir a tantos. La liga no es una pachanga a la que voy cuando me apetece hacer algo de deporte. Repito, no quiero ni debo ser duro, es más, no soy nadie para deciros lo que debéis hacer. Pero creo que a los que vamos siempre que podemos sí que nos molesta este tipo de actitud. De hecho, todo lo que escribo está hablado y consensuado, o al menos eso creo. Dicho esto, caso cerrado.
Vengo satisfecho y exhausto. Cinco espartanos han salido vencedores de una batalla pero que la de las Termópilas. También teníamos un jorobado. No hemos conjurado antes del partido. No teníamos cambios. Había gente "tocada" (yo salía de guardia, por ejemplo). Pero le hemos echado huevos. De verdad, daba gusto vernos. Hemos comenzado ganando 1-0. Teníamos nuestras ocasiones, terminábamos jugada y a recuperar atrás. Nada de roces, sólo compañerismo: si tú no llegas, yo te cubro y hoy por ti y mañana por mí y si te he visto mal, no me acuerdo. Joder, cómo me ha gustado jugar con Veas, Juampe, Pochas y Mario. Aún así 1-1 al descanso. Después, cansancio generalizado, gol en contra y otro más. Perdemos 1-3 y quedan 10 minutos y ellos haciendo cambios. Y sacamos fuerzas de donde podemos, y a jugar, que para eso hemos venido. 2-3 de Juampe y a achucharlos. GOLAZO de cabeza por la escuadra de Pochas, marcando los tiempos en el aire. ¡Madre mía, qué cabezazo! Y a dos minutos del final, pase imposible de Juampe y gol del que escribe. Euforia, abrazos, besos, tocamientos... victoria por 4-3. Bonito. Creo que lo he dicho todo.